viernes, 12 de junio de 2015

Humilladas y ofendidas- 2004

4/9/2004 - Pilar

Hola a todos. Nuestro último post legítimo ha sido Las Noches Blancas, con fecha 2-09-04, todos los posteriores son apócrifos.

Os adelantamos que en su viaje de regreso a España los Príncipes de Asturias hicieron escala en Estados Unidos, en concreto en la ciudad de Washington D.F., lugar desde el que de forma ultrareservada se desplazaron a visitar un prestigioso centro ginecológico ubicado en Fairfax, en el estado de Virginia, donde Letizia pasó consulta. 





No poseemos aún información concreta de lo que ocurrió en dicha visita, (ni va a ser fácil conseguirla, aunque ya estamos en ello). Sin embargo, tenemos indicios para sospechar que pudiera haberse llevado a cabo algún tipo de operación trascendente (se da la circunstancia de que uno de los doctores que atendió la fertilización artificial de la infortunada Masako en el Hospital Imperial de Tokio presta actualmente sus servicios en dicho centro, pero esto a priori no significa nada, puede tratarse de cualquier otra cosa, ya que los problemas en el aparato reproductor de la princesa son, como es ya vox populi, variados y complejos). Veremos.

Ya que nos hemos visto obligadas a poner en marcha nuestra operativa por esta noticia, nos gustaría aprovechar el post para intentar esbozaros a grandes trazos cómo se imbrican y articulan las relaciones interpersonales entre los diferentes miembros de La Familia, haciendo especial hincapié en las femeninas, pues son estas las que por lo general marcan las pautas generales en las corrientes subterráneas que recorren los intersticios propios de cada parentela. Como os habréis figurado por el título, esta historia no va a ser de vino y rosas, de hecho, la cosa está, bueno, que contaros, quizás nos estemos repitiendo más que los chaqués de la princesa, pero es que la cosa está verdaderamente...que arde. Empezamos; hasta que llegó Letizia, en La Familia había tres mujeres, La Reina, y sus dos Hijas; al ser tres personas razonablemente sanas y en sintonía, sin ningún grave conflicto intestino, hacían honor a su vínculo, originado en lazos matrilineales directos, y se llevaban perfectamente; ellas respetaban y querían a sus Padres y viceversa. 





Los yernos, por su parte, eran adecuadamente estimados y considerados, y tenían claro cuales debían de ser su rango y obligaciones, y lo que es más importante, las madres de los yernos, las suegras, también tenían claro que, independientemente de lo guapos, geniales y buenos padres que pudieran ser sus hijos, eran “infanzones consortes”, y todas sus familias eran también “consortes” de la otra, y no porque fueran más feos, o más tontos, o menos honrados, sino porque sus parientes Políticos eran, además de una familia como las demás, una Familia Símbolo, llamada a representar valores sociales y morales que hace treinta años se consideraron por los entonces próceres de la Patria como imprescindibles para la estabilidad y prosperidad del Estado. 

Muy bien, pues así estaban las cosas, tranquilas en su día, lo que no quiere tampoco decir que no pudiera liarse en los matrimonios de las Infantas, pero en todo caso, como en el fondo ellas mismas no eran más que comparsas, los problemas que por este lado vinieran nunca serían de gravedad definitiva, no debería llegar la sangre al río. Y llegó Felipe, cuya elección sí era realmente trascendente, y eligió como todos sabemos; y tanto la persona por El elegida como una aplastante mayoría de los componentes de su familia carecían del más mínimo sentido de las proporciones, de las más mínimas nociones del respeto y el decoro a conservar no ya en ambientes de alta gradación política, sino en ninguno, en resumen, no habían olido la educación ni por el forro, y no tiene nada esto que ver con su capacidad adquisitiva o extracción social, simplemente es así, efecto quizás de los mecanismos de la selección natural en una estirpe que alinea varias generaciones de miembros de vida extremadamente...progresista. 



Y entraron en Palacio a saco, reíros de la proverbial manada de elefantes irrumpiendo en una tienda de Porcelanosa, y armaron la de Dios es Cristo, y el ruido de cristales rotos se oía hasta en las Tuamotu, aunque por supuesto la cortesana prensa hiciera todo lo posible por bloquearlo; finalmente, los Reyes se pudieron sacar de encima el grueso del pelotón, (por cierto, que la desaparecida Thelma no está abandonada a su suerte en algún lejano campamento de refugiados ni mucho menos, está viviendo como quiere con todos las regalías que una Delegación Diplomática puede ofrecer, berlina para su uso exclusivo (mismo modelo que la del Cónsul-Embajador), gastos de combustible, manutención y alojamiento a cargo del Consulado, y unas generosísimas dietas para que ella y su amigo de turno no tengan que volver a darse el filete en ningún recinto incómodo y sin garantías de privacidad), pero claro, aunque este verano se hubieran medio librado de los demás, con la niña no tenían más remedio que apechugar. 



Y lo han intentado, Dios sabe que lo han intentado, pero es que lo de esta chica es increíble; desde el primer día, dejó bien claro a todos que las implicaciones de sus rangos presentes y futuros se las pasaba por...bueno, por donde fuera, que ella no había venido a cumplir el protocolo, sino a que el protocolo cumpliese con ella, y que su maridito era suyo, suyo y de nadie más, y era su prerrogativa decirle donde, cuando, y como (en esta historia, con estos personajes, no pretendáis encontrar, ni ahora ni luego, muchos “por qués”). 

Y cuando la situación fue tan insostenible que los Monarcas trataron de poner algo de orden, la respuesta de la princesa fue tan sutil como la de una excavadora, y paso inmediatamente a la acción con un plan que quien sabe desde cuanto tiempo antes tendría ya pergeñado; aislar al Señor Felipe de Borbón y Grecia, Legítimo Heredero de la Corona del Reino de España, Estado cuyas formas de Gobierno y Constitución obedecen a la fórmula de Monarquía Constitucional, aislar a su maridito, como decimos, de Sus Padres, y cuando vio que a estas tampoco les cuadraba, también de Sus Hermanas. 




Y en Semana Santa de luto se lo llevó al Caribe, y en plenas vacaciones en Palma se lo llevó a Asturias, y a Grecia sólo fueron porque el Rey pasó a buscarlos y les tuvo que prometer el oro y el moro. Por supuesto, las relaciones con su Real Suegra y sus Reales Cuñadas son ahora totalmente hostiles; la que peor lo lleva es Cristina. Elena, con un carácter menos “femenino”, en el sentido tradicional de la palabra, más noblote o directo, más “campechano” al estilo el su padre, menos inclinada a la rumia de tácticas y estrategias a largo plazo en los movimientos propios y ajenos, y con su propios problemas que enfrentar, está más por fuera, pero claro, Cris ve como Letizia se monta las jugadas, como intenta aislar a Felipe, no ya de ella, que al fin y al cabo, es ahora madre y esposa y no tiene ninguna perentoria necesidad de ver el careto a su hermano, mucho menos si este no se lo merece, aunque le pueda echar más o menos en falta, sino, lo que es realmente grave e indicativo de la categoría moral de la princesa, de su madre la Reina y francamente, una mujer que intente, sin que haya existido previa ofensa o motivo alguno, separar a un hijo de su madre, aun cuando no hubiera por detrás una Monarquía Constitucional de la que responder...no es de fiar. Por si todo esto fuera poco, Sofía está empezando a sospechar de las peligrosas amistades con las que de un tiempo a esta parte ve a estos dos mindundis a sol y a sombra, y aquí se está cociendo una de impresión.


Ahora bien, volvemos a lo de siempre, ¿quién es más culpable aquí, Letizia?. En absoluto, por censurables que puedan ser el carácter y los tejemanejes de la experiodista, mil, un millón de veces más incalificable e indigno es el proceder del príncipe. ¿Qué pasa, Felipito, que después de toda una vida con los tuyos tiene que venir alguien de fuera (sí, sí, ya sabemos, no es cualquiera, es nada menos que tu mujer y etc, etc, ¿y qué? ¿no fue antes acaso la mujer de otro hombre y dejó de serlo?), para decirte a los que tienes que querer, que hablar, o incluso que intentar o no evitar? ¿en pocos meses te pueden separar de una madre que ha sacrificado su vida y su orgullo porque un imbécil como tú llegara a calzarse la Corona?. Desde luego, no tienes perdón; además de estúpido y pusilánime, eres un Real Impresentable, un sopazas que como Jefe del Estado representarás un insulto continuo para cualquier español con dos dedos de frente (y, para tu desgracia, de esos somos mayoría, así que prepárate).

Lo que es la vida, que curioso, en cambio con su Papá, el Rey, se le antoja a Letizia que es conveniente estar a buenas, y hace lo imposible para que tanto su maridito como ella encuentren oportuno cobijo en su pernera; querida, ni JC tiene un pelo de tonto, aunque a veces se lo haga, ni te puede ver ni en pintura, lo cual es de lo más lógico dadas las circunstancias, tal y como estás arruinando la firma familiar y de la forma en que haces llorar a su mujer legítima, que nunca ha necesitado cajas fuertes para reinar, y en cuanto a su retoño tarambanas, cada día le traga menos, sólo en atención a la voz de la sangre y a lo que hay en juego no le ha echado ya a patadas del entorno familiar. Así que ya veis, frente a vuestro inmostrable pasado y a vuestro nulo presente, se perfila en lontananza vuestro destructivo y lastimoso futuro, que bien, viva la gente dinámica y preparada, viva el mejor príncipe de Europa y el mundo mundial, viva la mejor periodista española de los últimos cuatrocientos años, que vivan, y que viva...la República.

Nos ha salido un post bastante duro, pero es que esta Farsa ya clama al Cielo, es demencial. Trataremos de ampliar la información de la escala en Virginia en cuanto sea posible. Un saludo a todos, hasta otra.


Letizia tenía ligadura de trompas efectuada luego de su último aborto

Es frecuente que algunas mujeres busquen un método “definitivo” para planificar y recurran a la sección de las trompas de Falopio (ligadura, sección de trompas o Pomeroy) a una edad temprana.

Muchas veces desean nuevos embarazos después de esta cirugía y al consultar les informan que su única alternativa es la Fertilización in Vitro, método de tratamiento de infertilidad extremadamente costoso y que no siempre es exitoso.

Esto no es cierto. Las trompas ligadas o seccionadas se pueden reconstruir mediante microcirugía (esta cirugía utiliza lupas, o bien microscopio, con suturas o hilos más delgados que un cabello).

Los resultados de esta cirugía reconstructiva son realmente buenos, alcanzando frecuentemente más del 80% de éxito.

Cuando se reconstruyen adecuadamente las trompas y éstas quedan permeables (destapadas), la mujer puede tener varios hijos sin tratamientos adicionales. Esto no es así con la Fertilización in Vitro, ya que con cada intento se debe pagar nuevamente el procedimiento, y frecuentemente se requieren varios tratamientos para lograr el embarazo.



viernes, 5 de junio de 2015

El penúltimo Waltz- 2004


06/09/04
Hola a todos. Hoy queremos despedirnos de todos vosotros, nuestros valorados lectores. Pero no os pongáis tristes, aún no. Veréis, es que últimamente estamos cada día marcadas más de cerca por las hound-packs de Palacio, y sinceramente, nunca sabemos si el post que colgamos va a ser el último; ya una vez pensamos que no podríamos continuar, y aunque después encontramos medios alternativos para seguir en la brecha, dudamos de que la cosa dé para mucho más, pues lo incalificable y absurdo de la situación recrudece las medidas a tomar contra aquellos que la conocen y la cuentan. Por eso, vamos a procurar transmitiros aquí una especie de farewell anticipada, una suerte de legado testamental en previsión de una separación inesperada y abrupta que algún día pueda llegar. Que sepáis que continuaremos la denuncia de esta delirante Farsa mientras sea humanamente posible.


Como habréis podido apreciar, ha sido desde el mismo principio nuestra principal intención la de informaros de lo que realmente se cocinaba en los entresijos de Palacio, de relataros “la verdad”. Pero, ¿qué es la verdad?, preguntó el romano al hebreo, demostrando así ser quizás acomodaticio, pero no tonto, no creemos pecar de heterodoxas si confesamos compartir hasta cierto punto la opinión de veteranos doctores de la Iglesia, o de fuera de ella, que defienden la tesis de que quizás a Pilatos se le haya juzgado demasiado severamente. 

Sí, ¿qué es la verdad, donde encontrarla?; desde luego, sabemos lo que no es, donde no la podréis vislumbrar; no chocareis con ella en los nauseabundos bizcochos de ranas y hadas que requeman en el horno de las publicaciones oficiales, en los himmlerianos fotomontajes de las revistas del “corazón”, en los ridículos y transparentes intentos de presentar como agua de mayo la riada que nos lleva. Pero tampoco pretendemos nosotras erigirnos con el monopolio de lo absolutamente verdadero, así que, por los errores, exageraciones, o juicios de valor inadecuados o injustos que hayamos podido cometer, desde aquí pedimos disculpas, tanto a sus sujetos pacientes, como a vosotr@s. Lo que en resumen queremos expresar, es que hemos hecho todo lo posible por ser objetivas, pero no queremos tampoco condicionar la opinión de nadie, no buscamos seguidores, sois ciudadanos libres, tenéis sentidos y cerebro, usadlos y nadie podrá tomaros el pelo (leer cosas buenas es un efectivo método para convertirse en alguien cabal y “discreto”, que es como catalogaban nuestros clásicos a las gentes de sentido común, en oposición a los cantamañanas, bocazas y demás mastuerzos).


Una de las cuestiones sobre la que hemos meditado más a fondo es; ¿por qué esa sensación de desaire y ultraje, de rechazo instintivo y razonado a la elección del príncipe, que se ha producido con semejante virulencia en todas las capas de la sociedad, sin discriminación de género, credo, orientación política?, ¿es porque fuera plebeya, divorciada, republicana, atea (lo que ya de por sí sería fuertecito, después de todas las películas que nos habían contado)?, ¿o más bien por el absoluto fraude que ha supuesto este acontecimiento, su anuncio el día de difuntos, la manipulación y falsedad en todo el proceso, la traición al pueblo soberano de unos medios de comunicación que habían remado con nosotros en y desde la Transición, la descarada burla a todas las convicciones y el absoluto desprecio a la inteligencia de la ciudadanía?. Cada uno es muy libre de opinar lo que quiera, pero nosotras nos quedamos con esta segunda tanda de razones. 

Veréis, creemos que la cosa como fondo, además de sus evidentes y delicadas connotaciones sociopolíticas, presenta una componente psicológica, casi biológica; aquí lo que ha ocurrido es que, por razones históricas que sería muy complicado entrar a detallar, pero que más o menos conocemos todos los nacionales (del nacionalismo implícito y de los explícitos), la inmensa mayoría de los votantes, los denominados Juan Carlistas, habíamos aceptado una Monarquía ilegalmente impuesta por el régimen anterior como mal menor, para que actuará como moderadora de nuestros siempre apasionados y viscerales impulsos; por su propia naturaleza debía de responder pues a un modelo Paternalista; efectivamente, más o menos subconscientemente,todos identificábamos a los Reyes como una especie de padres justos y equidistantes, que tenían la misión de separar y poner paz entre los hermanos de una numerosa prole, siempre prestos a enzarzarse por un quítame allá esas pajas.

Y aquí está el quid de la cuestión; con la elección del príncipe, de ser hijos putativos hemos pasado todos a ser...otra clase de hijos. Y no porque la princesa fuera plebeya, divorciada, o porque hubiera tenido relaciones anteriores, sino porque no nos dejan ver su sentencia de divorcio, porque sabemos que entre esas relaciones anteriores figuraban hombres casados, que sus relaciones con el príncipe eran simultáneas con las de al menos otro hombre, y que se nos esconden innumerables trapos sucios, y eso es algo que no tiene nada que ver con la modernidad, sino con la coherencia, la fidelidad y la traición (no la tradición, la TRAICION). Y todo esto nos lo han querido empujar con el palo del escobón hasta la tráquea, confundir y ocultar de una forma tan chapucera y vergonzosa, que nos han puesto a todos en el disparador. 



Vosotros, extranjeros, de habla hispana o no, que también inquirís desconcertados, ¿no apreciaba tanto el pueblo español a esa Monarquía, contra la que ahora arremeten?, bueno, pues aquí tenéis un intento de explicación; desde luego que nuestra idiosincrasia es complicada (¿y cual no lo es?), la presencia de elementos orientales en nuestra mentalidad occidental configura unas relaciones sutiles y complejas con la Autoridad (un poco, quizás, al estilo de Rusia), pero lo cierto es que los sentimientos que nos embargan no son ni con mucho privativos de las latitudes meridionales; los gélidos noruegos, los suecos, los liberados holandeses, todos han torcido el morro ante los inapropiados devaneos de sus Monarquías, y todos han exigido garantías que aquí en ningún momento se han dado. El Reino Unido tiene su Reality-Show, pero claro, esto no es un “Reino Unido”...por supuesto, siempre nos quedaría Mónaco, pero sinceramente, pensamos que aquí podemos apoyarnos en otros valores para atraer al turismo. 



Así que, como decimos, hemos pasado de tener una madre Madonna a tener una madre República(ná), y encima nos lo han querido vender como “normalización”, “avance social de las clases proletarias”, “modernización”, y vamos, francamente...¿a cuant@s de vosotr@s, por modern@s que seáis, os gustaría llegar a casa y encontraros a vuestra madre colocada hasta las cejas y saltando encima del colchón con un recién llegado en la misma cama donde duerme con vuestro padre?...el tema Letizia, tal y como nos lo han clavado, es solamente equiparable a una infidelidad conyugal de hecho y de derecho, con nocturnidad y alevosía...si al menos le echara un poco más de gracia a sus representaciones, pero la chica no es Gracita Morales precisamente, que se le va a hacer. Por supuesto, la figura de un Padre Cabeza de Familia con “caché” suficiente como para hacerse oír y respetar, ha quedado totalmente atomizada con la figura de este chichirivainas, un mero accesorio que cuelga de su esposa como podría colgar un bolso; y “en este país”, con eso, no nos basta; los españoles (hombres y mujeres), podemos ser durante los periodos de calma tan metrosexuales como cualquiera, pero en cuanto nos toquen un poco la moral, ascenderá a la luz nuestra verdadera naturaleza, que es de navaja fácil, y requerirá moderadores a la altura de las circunstancias...¿a que fontanero recurriremos ahora los habitantes de la casita sin techo, para minimizar las goteras?, ¿a un niñato que ha demostrado semejante grado de irresponsabilidad y golferancia, al que no dejan abrir la boca ni en su casa?. Esa era pues la única razón de mantener una Monarquía totalmente desfasada, una Monarquía para mujiks en un país con enseñanza básica obligatoria, ¿o es que puede mantenerse de algún modo la surrealista contradicción de “Monarquìa Parlamentaria”, si no es por el hecho de que todos los implicados guarden el más exquisito respeto a las reglas del juego?...y como este individuo no lo ha hecho, pues ya está sobrando...Pero vamos a ver, Letizia, (a Felipe no le pregunto porque no habrá pensado nunca en este tema, como no piensa en ninguno), ¿de verdad creías que te ibas a constituir en la musa redentora del pueblo inocente? ¿de verdad creías que los mujiks te aclamarían como la nueva Juana de Arco en versión liberté, egalité y modernité, mientras las élites intelectuales y los profesionales liberales te hacían guiños desde la grada?, ¿de verdad creías que nos dejarías a todos patitiesos con tus “joyas bibliogràficas”? 

Muchacha, sin querer hacer de menos a nadie, entérate de que el Universo no empieza, ni mucho menos acaba, con tu querido Larra. Las élites intelectuales y políticas nos endosaron en su tiempo esta Monarquía como mal menor, para librarse de la Vieja Guardia de aguiluchos y mantener en lo posible la unidad de España; ahora, si algo, estarán a...congonjados, viendo la que se nos viene encima, aunque por h o por b les convenga mantener la boca cerrada. Los “profesionales liberales”, de nivel medio alto o alto, (a los que tan jocosamente te han querido asimilar para vendernos la burra, a ti, que nunca fuiste más que un intelecto que iba de lo más justito (sin la menor intención peyorativa y mejorando lo presente), una cara resultona a la que diversos contactos familiares facilitaron la posibilidad de hacer unas cuantas suplencias, hasta que diste el braguetazo), tienen bastantes problemas ocupados como están en malpagar sus viviendas, dado el actual ratio renta del trabajo/precios inmobiliarios, como para acordarse de ti; en todo caso, pensarán que menuda injusticia es esa de que, mientras ellos construyen puentes o diseñan estrategias de empresa y no ganan ni para un utilitario, una listilla que no sabe ni cruzar las piernas esté desparramando con un Ferrari en Ribadesella o en Las Bahamas, por la cara. Y en cuanto a los mujiks, bueno, el problema con ellos es que...ya no quedan. Cualquiera que haya asistido a clases hasta tercero de la ESO, o que, sin haberlo hecho, haya visto en la tele alguna película de la Revolución Francesa, no va a poder evitar que okupen su cabeza ciertas ocurrencias de lo más guasón ante el espectáculo de vuestras fervorosas visitas al Santo Padre, ante vuestro simbólico status de supuesta “divinidad” que con tanto ahínco tratan de probarnos en los medios. 

Y, si abres un libro de historia, te percatarás de que es la aceptación por parte del contribuyente de dicho status, amén de unas cuantas baterías artilleras estratégicamente colocadas en las colinas sobre las que se asienta Palacio, lo único que separa a los Reyes sin Consenso de ser despedazados por la turba... Pero puede ser también que no, que no te hayas planteado para nada ninguna de estas cuestiones, que todo esto te la traiga floja, al fin y al cabo a ti este megahit del box office te ha pillado con bastantes más espolones que los que teóricamente revelabas en tu etapa mejicana, y quizás a estas alturas lo único que hayas perseguido es vivir como una Reina, y salir todos los días en el telediario sin necesidad de pasar por redacción; bueno, pues a lo escrito aquí encima nos atenemos nosotras, comentadle al arquitecto de la Casita del Príncipe que os diseñe un foso de techos altos y bien “trufado” de pirañas, porque, desde luego, los españoles no estamos por la labor de mantener gorrones maleducados que no nos sirvan de nada, y no sería la primera vez, (ni la segunda), en concreto, la que exigimos es la tercera...


¡Ah, Budapest!, con sus augustos baños públicos, sus elegantes Palacios, sus melancólicos violines llorando sobre las venerables aguas del Danubio; seguro que la princesa se zampó cuatro o cinco platos de goulash del tirón, mientras palmeaba vigorosamente unas Czardas. Majestades, en mi pueblo, de cuyo nombre no quiero (ni) acordarme, que se acurruca cual chocha perdiz al amor de los pelados cerros de la España rural e interior, también somos amantes de la música, y aunque dudo de que en todo el término se pueda encontrar ningún Stradivarius, tenemos unas joticas muy majas, que acompañamos jubilosos con el raca-raca de una botella de anís...¿para cuando la inauguración principesca de algún Instituto Cultivado por la zona?...



En fin, como siempre, nos estamos enrollando demasiado, pero es que el tema da tanto de sí...seguimos tras la pista de la Virginiana Concepción, pero es muy complicado, aunque nuestra sombra es alargada, en los EEUU el tema de la información lo llevan casi siempre muy por lo restringido, y más ahora con la que está cayendo, veremos que se puede sacar en claro. Un saludo a todos, hasta la próxima.


Pilar



jueves, 4 de junio de 2015

Fallido intento de inseminación


13/09/04
Hola a todos. Como dirían nuestros vecinos, ne va plus, la suerte está echada; Letizia no pudo ser inseminada en los Estates, su avanzado estado de anorexia y la concluyente presencia de cocaína en sus análisis de sangre convirtieron en inabordable el empeño, pese a las presiones “politicas” y las exorbitantes sumas de dinero ofrecidas por el Príncipe; más allá de un código deontológico del que responder, la prestigiosa clínica, pionera en los EEUU en el intento de ofrecer babys con ingredientes combinados al gusto del consumidor cual si fueran pizzas, tiene una reputación que proteger, y un infortunado misscarriage a pocos días de la concepción de un@ Hereder@ Real, no les beneficiaría en absoluto. Es por ello que la pareja sigue contemplando la opción japonesa como la más “viable”.



La situación ha tocado fondo, (ya sabemos que siempre decimos lo mismo, pero es que cuando uno cree que ha llegado abajo resulta que el batíscafo resbala y se precipita hacia una nueva sima oceánica). Después del fracaso americano, Letizia, indescriptible, ha abrazado el nihilismo total, y más que su redención, parece buscar el olvido definitivo a través de los alcaloides; la situación es ya pública, pues su último “viaje” ha sido tan sonado que todo Palacio ha tenido ocasión de ver y oír el estrépito y el estropicio; a la vuelta de Hungría, y tras otra noche de pasillos largos (larguísimos; tenemos muy poco tiempo, y hay cosas que es casi mejor no narrar, porque no aportan nada y dejan en mal lugar a demasiada gente), se han visto obligados a suspender su viaje a Sevilla y otros compromisos y comenzar a considerar como inevitable el ingreso de la princesa en algún tipo de centro de desintoxicación, o al menos en acondicionar una zona de Palacio para tal fin, acudiendo al asesoramiento de los mejores especialistas. 



Mientras, y para elevarle un poco la moral, se ha llevado a cabo una épica razzia (pagada con euros de curso legal) en las mejores joyerías de Madrid y alrededores (Barrio de Salamanca y Aeropuerto). Todo se ha adquirido por catálogo; Letizia quería en principio hacerlo en persona (de hecho, por querer, quería irse a Dubai a comprar oro en plan Alí Baba, o Aladino, según se mire, para ella y para sus tres elegidas, Mamá, Erika y la Abuela Menchu, a las que tacita a tacita está redondeando un ajuar de lo más suculento), pero como en su estado era imposible, accedió a presenciar los pases privados en Zarzuela.


Nosotras estamos ahora increíblemente marcadas, hemos detectado nuevos troyanos de ultimísima generación en nuestros equipos (que por cierto, a los denominados troyanos, ¿no sería más lógico llamarlos danaos, griegos, aqueos, no eran ellos los que iban dentro del caballo?...timeo danaos...), y sabemos que la gravedad de la situación va a convertir en cuestión de “vida o muerte” para los servicios de seguridad de Palacio el evitar filtraciones, así que continuaremos mientras podamos. 

Un saludo


Del post- JuanCarlismo- 2004

17/09/04
Hola a todos. Hoy estamos de liquidación, bonito y barato, damos dos por el precio de uno. El primer artículo resume las incidencias del aniversario de la princesa, y el segundo, se plantea una reflexión sobre las siniestras peripecias a prever en este futuro cercano, casi inmediato ya, que se nos echa encima, el post-juancarlismo. Como sabemos que un gran número de nuestros lectores, la mayoría quizás, están más interesados en el morbo de lo anecdótico que en la visión global de las consecuencias de la catástrofe, pues lo advertimos con tiempo para ahorrarles el trabajo de leer la parte “aburrida”.



ADELANTE, PIDE UN DESEO-(GO AHEAD, MAKE A WISH).
Sí, Letizia apagó todas las velitas. De un solo bufido. Es verdad que no le pusieron las treinta y dos, sino un velón gordo que sustituía a las demás, como si se las hubiera tragado todas y la cera le llenara de gases la barriguita. Bueno, hablamos de la tarta inaugural, porque no ha habido una sola fiesta de aniversario, sino dos, una para la familia, y otra para los “amigos”. 



En la primera, celebrada antes de ayer, asistieron casi todos los Borbones y todos los Ortiz Rocasolano, menos Thelma (es cierto que está en el extranjero, mucho más ambiguo lo de que esté “trabajando”, pero totalmente indiscutible el hecho de que ella y su hermana mayor no se llevan, que la princesa no se preocupa mucho de su suerte, aunque la propia inercia cortesana de los acontecimientos permite a Thelma sacar sustanciosa tajada y aprovecharla; el motivo de su desavenencia parece ser, como ya una vez comentamos, un lío de pantalones ocurrido tiempo ha, durante la adolescencia de ambas), Erika (aparentemente no pudo, porque no nos consta que exista ningún contencioso entre la princesa y ella), y, por supuesto, Papá Jesús (y hasta ahí, no nos parece nada raro, ¿qué rayos pinta la nueva esposa de tu padre divorciado celebrando tu cumpleaños con tu madre?; en eso tenemos que admitir que haríamos lo mismo que Letizia). Por lo demás, y aunque pudieran existir y existan ciertos roces entre los invitados, durante la “fiesta”; supieron comportarse y estar a la altura de las circunstancias. Por supuesto, nada de fantasías psicodélicas por parte de la princesa, no era la ocasión. Intercambio de regalos (sí, sí, decimos intercambio porque a pesar de que la homenajeada era la princesa, alguna de las invitadas salió de allí esa noche bien pertrechada de bellos obsequios, aunque para otras no llegara el presupuesto). Cena sencillita, lenguado en su salsa y solomillo, chardonnays y armañacs, puritos cubanos y sobremesa familiar; no recordamos ninguna selección de Wagner, de hecho el único ruido percibible era el tintineo de los cubiertos de plata, algunos tintineaban más que otros (y no necesariamente los de los menos leídos, hay quien últimamente tiene un pulso fatal). Si hubo alguna salida de tono durante la charla, a las alturas que estamos y con lo que llevamos visto, no merece la pena ni comentarla. El desprecio de la Institución, y particularmente de los príncipes, hacia la prensa y sus súbditos, no dignándose siquiera a hacerles llegar el más mínimo comentario o reseña sobre la “ìntima” ceremonia que entre todos les pagamos, queda encuadrado también dentro de la dinámica más habitual.

Y ya tiene mérito que la cosa fuera tan tranquila, ya, porque aunque Letizia volvió algo más refrescada de Cerdeña, se cogió un mosqueo de impresión cuando los Reyes le notificaron que su celebración “secreta”, en una conocida sala de fiestas madrileña debía anularse, o cuando menos, hacerse más selectiva; más de la mitad de los “elementos” que en principio estaban invitados fueron avisados de que el ágape había sido “suspendido” sin más explicaciones (y ellos, por supuesto, no las pidieron, demasiado bien intuían el motivo de la “suspensiòn” de sus asistencias a dicho evento). Incluso Felipe estuvo de acuerdo con la medida, y la verdad sea dicha, la princesa, después de la batahola que se sufrió en Palacio como consecuencia de su último “viaje”, tampoco se atrevió a porfiar. Así que el tema se resolvió con la salida de los príncipes con algunos allegados “blancos” (en el buen sentido de la palabra). De las dos familias centrales, la mayoría de los miembros más “jòvenes”se excusó para quitarse de en medio y no asistir, y los que lo hicieron fue más para vigilar a la princesa que con otra intención, o sea, para hacer de “carabinas”, aunque hay que decir que esta se comportó impecablemente, no tomó nada raro ni bebió, solo fumó compulsivamente, como de costumbre, y se retiró temprano (en cuanto pudo, pues probablemente ya tenía en mente el planning del día siguiente, su wish already made). 




Y ahora empieza lo bueno. Los Príncipes salen de sus aposentos a eso de las doce y media AM, agarran un coche de reserva del Parque Móvil y se largan. Así, como suena, se largan, sin decir como ni a donde, sin llevar escoltas, sin nada de nada. Al Rey casi le da un síncope, la Reina se pasa la mañana llorando, pensando cualquier cosa (Felipe ha amenazado con abdicar varias veces últimamente, si se empeñan en no dejarles vivir “su vida”). Se intenta mantener la noticia en secreto, pero nos consta que se producen filtraciones y que en Moncloa y en ciertas redacciones algun@s tienen que aflojarse al máximo el nudo de la corbata. A eso de las cuatro y media llama Felipe y le dice a su madre; “hola mamá, ¿qué tal?, estamos comiendo con unos amigos, celebrando el cumpleaños de leti”. Sofía traga quina y le pregunta que donde, “aquì en casa de X,en la sierra”. X, cuyo nombre no podemos por supuesto dar por multitud de razones, (una cosa es que no traguemos a la parejita y otra que podamos comprometer su seguridad o la de terceros), es uno de los más allegados amigotes del príncipe, del círculo más selecto, entre los que se encuentran sus primos y otros pocos “elegidos para la gloria”. La rat pack se reunió casi en pleno para celebrar el cumple de la “nueva”, en la “intimidad”, y a su inimitable manera. Por delante, 48 horas más, con despedida de solteros de Beltry y Laurita incluida (por cierto, un encanto de muchacha, y por lo visto de una belleza lánguida y exquisitamente insultante, en palabras de nuestros contertulios más varoniles, que opinan por unanimidad sería una reina fuera de serie). 



Del resto de sus actividades diurnas no podemos asegurar nada, si sabemos que la noche fue movidita, rompiendo la night en varios locales “pijos” de la zona norte de la Comunidad, y acabando en la zona de Castellana para tomarse “la penùltima”. A eso de las seis y media han aparecido los angelitos por Zarzuela, en estado de “marejada a fuerte marejada”, aunque han podido llegar solitos hasta la cama. Y hoy es la mencionada despedida de los primos, the show must go on, que no nos pase nada.


La nueva Leti- 2004

20/09/04
¿Qué se puede esperar pues de lo que se nos viene encima, del momento en el que el “prìncipe mejor preparado de Europa” finalmente sustituya a su padre?...obviamente, si decimos que nada bueno, nos daréis el premio Planeta de los perogrullos, pero no os fiéis, no os fiéis, que quizás el quórum no sea tan universal, ni tan evidente. Voy a tratar de explicarme. ¿Qué es lo primero que requieren las naturalezas cortesanas?. Una Corte. ¿Por qué existen estas naturalezas, obedecen a una necesidad congénita de trapichear con su dignidad y arrastrarse delante de otro ser humano?. 


Negativo; lo que buscan es medrar a costa del ensalzado, alguien que por cualesquiera sea la causa posee entre sus atributos la facultad de proporcionarles una atalaya a la que encaramarse, una escalinata por la que trepar. Es decir, el cortesano no se subordina a su agasajado, sino que pretende manipularle en su beneficio, dirigir los rayos del poder de tal forma que iluminen su own private panel solar, en resumen, arrimar el ascua a su sardina. Lógicamente, a más simpleza de la figura emisora de radiaciones, de la “estrella”, más oportunidades para los cuerpos oscuros que con dicha intención la orbitan, y también, por supuesto, más planetas en el sistema, y por ende más competencia. 

Nos cuentan que JC ha sido un Rey sin Corte, y hasta cierto punto, tienen razón; varios factores han confluido para producir este resultado. Primero, con el actual Monarca la cosa partió de cero, en la Transición, los aguiluchos de antaño debían convertirse en tierra negra para que pudiera iniciarse el acto siguiente, con lo cual Juan Carlos no heredó los cortesanos de su padre, (madre), como suele ocurrir. Segundo, este Rey, criado en el exilio, sabía de que iba la fiesta, al menos lo sabía mucho mejor que su hijo; la dureza de las condiciones que afrontó en su educación, los internados en países extraños, los desplantes y humillaciones sufridos, las jugadas e intrigas que se montaba a su costa el ex dictador, la incertidumbre de su destino, forjaron un carácter mucho más sólido y despierto. Sin ser un genio, ha tenido siempre un olfato instintivo para intuir de que lado soplaba el viento, y eso, unido al natural respeto que ha inspirado su persona, más quizás por el simbolismo regeneracionista que representaba que por sus propios méritos, ha dado como resultado que de los buitres que revoloteaban a su alrededor nadie se haya atrevido a pasar de cierto punto, y que haya habido entre la figura central y sus satélites una suerte de pacto tácito, hasta aquí podemos llegar, es bueno para mí, es bueno para ti, pero cada uno en su sitio. Y así vemos como, si es cierto lo que nos han contado, cuando alguien quiso sobrepasar el límite, tómese un Super Hombre del ala Fenicia estilo Mario Conde, Napoleón con brillantina, no le quedo más remedio que intentarlo de soslayo y por las malas, y fracasó estrepitosamente, ya que el resto de los participantes no estaba por la labor. Pero esto no quiere decir que, desde hace años, los eternos Richelieus de nuestro Estado, como los de cualquier otro, no ambicionen, afilen los dientes, y esperen. ¿Qué quiénes son estos Richelieus?; con carácter universal, y en tiempos modernos, ricachones con inquietudes; empresarios supranacionales, magnates mediáticos del tomorrow never dies, burguesotes con sueños divinos.

 ¿Y a qué esperaban los nuestros?; 

pues evidentemente, a la sucesión en la Corona, que les ponía en bandeja un besugo de natación tan lenta que los tiburones no tendrían ni que hincarle el diente, bastaría que le llevaran al lugar indicado en la pecera. En efecto, Felipe es demasiado simple para oír el zumbido de las moscardas, y aún oyéndolo, tendría preocupaciones más inmediatas que atender; la rubia de turno, el viaje a San Martín (St. Marteen para iniciados), el torneo de vela...no había pues más que ir tomando posiciones para cuanto se diera el pistoletazo inicial de salida. Y en esas que el muchacho hace de su capa rojigualda un sayo y se nos casa con Letizia. ¡Horror, nuestro gozo en un pozo!. En el mejor de los casos, la neoprincesa, plebeya, divorciada, ególatra, exigente, arrogante y lo bastante ignorante como para auto-imaginarse a si misma una amazona en la unidad de desatino en lo Universal con una misión que cumplir, añade un componente de alarmante inestabilidad y caos a la ecuación. Y lo que es peor, el pueblo, fastidiado pero contento, deja de ser súbitamente una constante para constituirse en otro factor de riesgo.


La boda es una locura, pero todo ocurre tan rápido, la actitud del rebelde sin causa es tan radical y desafiante, que no hay más remedio que tragar; o eso, o se viene abajo todo el chiringuito. Y consumado el hecho, hay que asegurar la lealtad del vulgo, que el suelo no se mueva bajo nuestros pies, las incómodas y puntillosas masas plebeyas son sin embargo imprescindibles para poner la máquina en marcha cada mañana. 



En cuanto a ti, Letizia, no te tragamos, nos caes gorda (¿comprendes ahora el por qué de tanta cara de pocos amigos que te vas encontrando por ahí, princesa?...de nada), pero ya es demasiado tarde para dar marcha atrás, la suerte está echada; con el tiempo, este periquito sabelotodo aprenderá a quedarse calladita en su lugar mientras nosotros manejamos el cotarro. Pero, como era de prever, la situación era demasiado absurda para funcionar, comenzó haciendo agua desde antes del primer día, y reventará (bueno, ha reventado ya), porque la princesa no sólo no calla, sino que va a peor; ella, tan acostumbrada siempre a ser centro de atención y controlar las piezas del tablero, se encuentra de pronto arrinconada, condescendida, en una palabra, despreciada, y aunque sea incapaz de analizar intelectualmente el trasfondo de la situación, su “intuiciòn femenina” y su orgullo vejado así se lo indican, no la quiere nadie, ella está para sonreír, parir y callar, y a cambio puede gastar todo el dinerito que quiera, pero por favor, señorita, no pretenda usted meterse donde no la llaman, déjenos manejar a su maridito en paz, los partidos políticos se alternan, pero la Corona, como Institución, siempre está bien arriba, lugar donde debe uno colocarse para conseguir ciertas concesiones de explotación, terrenos urbanizables, conexiones bancarias internacionales (vamos, que no somos Onassis, pero os haréis una idea, ¿no?). 

La primera fue en toda la frente, Felipe era partidario de “modificar la Constituciòn para permitir herederas hembra”. Cállate, monín. Cállate, maja; el feminismo lo dejas para justificar tu pasado de vanguardia, no vuelvas a hacer meter la pata al muchacho, cállate que calladita estás mucho más guapa; el “feminismo” y el “machismo” son abstracciones que no funcionan a ciertos niveles, pues como norma general en este Universo no existe más ley que la de la fuerza, y cada uno la ejerce a su manera, con las herramientas que la naturaleza le ha dado, y en esos niveles, donde todo vale, la mujer que quiera triunfar no debe pretender contar con el apoyo de las de su género (que por otra parte, pocas veces disfruta una mujer, en cualquier ámbito), sino que tiene que apañárselas solita, ir por libre.


Y en ese ponzoñoso ambiente de pesos pesados en ambición y falta de escrúpulos, (en el que por supuesto, también hay hembras, aunque sean las menos, ”haberlas haylas”, y recurrirán igualmente a sus encantos femeninos como a sus “pelotas”, (con perdón), cuando la situación lo requiera, porque este tipo de mujeres suelen aplicar todos los “ismos” según convenga, pero no son dadas a teorizar, por lo que nunca las oiréis pontificar sobre “el feminismo”, en ese ambiente tu no estás a la altura, no pintas nada. 

Pero esto Letizia no puede por supuesto asumirlo, y viendo que se le niega su natural papel de ideóloga y vedette del equipo, se lanza a la pataleta provocadora; de ahí los hocicos, las broncas, las escapadas, los pulsos a doble o nada y los “viajes” a la desesperada; se sabe una pieza importante, cuenta con su maridito y el escándalo a evitar, y no está dispuesta a claudicar sin dar batalla. Sin embargo, como os decimos, está jugando la Champions League, mucho más dura que las divisiones de ascenso a las que estaba acostumbrada, y acusa (mucho, muchísimo), el esfuerzo. Y puede quebrarse, de hecho en buena medida está ya quebrada, harta, vacía, desengañada, vislumbrando por vez primera en su vida ciertas complejidades del mundo que nunca había sospechado. ¿Y ahora, como reaccionará?. ¿Decidirá intentar amoldarse al puesto que se le ofrece, o lo mandará todo a hacer gárgaras?. ¿O se empeñará en continuar la lucha, con todas las consecuencias que esto implica?. Esta tercera vía abre expectativas escalofriantes; no somos dadas a creer en teorías conspiratorias, nos resulta imposible creer por ejemplo que lo de Lady D no fuera un accidente, no nos convencen para nada esas tesis malpensadas del “heredero àrabe” (¿pero que heredero ni que puñetas, si esa criatura, de haber nacido, no tendría acceso al trono de ninguna manera?), o la idea de que un padre, por muy azul que sea su sangre, pueda disponer de la vida de la madre de sus hijos. Sin embargo, una cosa si tenemos clara; un divorcio del actual Príncipe de Asturias es impensable, lo echaría todo a rodar. Llegados a lo último, mejor un Rey...viudo. Pero bueno, tal vez especular sobre esta tercera vía esté hoy por hoy aún fuera de lugar, y esperemos que así continúe. Lo cierto es que el presente está que arde, y el futuro lleno de nubarrones...

¿Y nosotros?. ¿Y ...”el pueblo llano”? Pues ya lo veis, si esta piel de toro no tenía bastante con el perpetuo chirrido de las fuerzas centrífugas (o centrípetas, sobre estas realidades debemos buscar el consenso, no el enfrentamiento), necesitaremos ahora también ponderar y combatir (sufrir) las arteras conjuras de los carroñeros de Lo Eterno, the enemy within. En el mejor de los casos, un rey débil y tarambanas favorecerá como señalamos toda clase de maquinaciones y chanchullos en los altos estamentos, lo que no será en absoluto positivo para la tranquilidad y el aumento de la inflación a nivel de calle. El sistema de alternancia de partidos, sin ser perfecto, permite al menos una higienización parcial de los pozos del poder, pero una Institución omnímoda, permanente y anti-democrática como la Monarquía será el perfecto caldo de cultivo para quistes e infecciones generalizadas, y de lo más purulento. En resumen, aunque hay que agradecer históricamente a los Borbones su colaboración en la etapa de Transición, es hora de moverse hacia delante. Pero por supuesto, esto no interesa a los magnates mediáticos arriba mencionados, que de acuerdo con su propia agenda, y no con la de ningún Elegido del Cielo, están obligados a vendernos este circo como mejor puedan para que sus sueños forrados de armiño no se diluyan en la sombra. Un pan como unas tortas, ya veremos. Un saludo a todos, hasta la próxima.

PD Letizia, lee este post con atención, puede serte muy útil para comprender y lidiar con muchos de los acontecimientos que irán surgiendo en tu vida futura. Y nunca cierres los dos ojos al mismo tiempo. 

Un saludo.


Hollywood- 2004

19/06/04

¡Esto es Hollywood!, exclamamos por estas latitudes cuando de vez en cuando la realidad baja la guardia y parece que todo el monte es orégano. Pues bien, para cierta parejita ese momento debe de ser ahora; desde Anchorage se desplazaron en Aerotaxi al noroeste de Arizona donde estuvieron visitando el Gran Cañón, y luego a California, donde tras una visita relámpago al Parque Nacional de los Sequoias (por lo visto hay allí un árbol con el tronco tan bien plantado que más de una docena de hombres en corro no bastarían para amarrarlo como Dios manda, que troncazo, pero a Leti no le gustó mucho la visita porque decía que se le clavaban las agujas de pino en los dedos de los pies, nos comentan que llevaba tacones), se instalaron en un top luxury hotel near Malibú Beach en L.A. City, a montárselo de película; Bel Air, Santa Mónica, Beverly Hills, los estudios de la Paramount (donde unos cowboys insistieron en enseñar a Letizia a echar el lazo y ella practicó un poco con Felipe) y por supuesto, desayuno con diamantes en Rodeo Drive, Tiffany, Cartier, Chanel, Dior y unas cuantas más...no se si comprarían en la tienda que le gustaba a Julia Roberts, pero los escoltas de la princesa llenaron la limousine de alquiler y un taxi (driver) con aparatosas cajas rayadas conteniendo zapatos, sombreros (por lo visto hay una pamela que es la repera, algún día la veremos, y unos brillantes que pesan como piedras de molino) y demás parafernalia, eso sin contar los trapitos que le facturaron directamente a la suite.



Hasta tres megaestrellas masculinas (ninguno era Danny de Vito) del celuloide world recibieron invitación oficial para cenar con los Royal Wanderers, pero todos se excusaron por motivos de trabajo, para que luego digan que allí solo hay colocadas y cleptómanos, parece ser que hay quien da el callo con profesionalidad, así que podéis respirar tranquilitas, K y Pé. Leti estaba tan desesperada por codearse con algún producto tangible de la fábrica de sueños que hubiera sido capaz de invitar a Gwyneth Paltrow, pero tuvo que conformarse pegando la hebra (que nosotros sepamos sólo hablando, no penséis mal) con los vigilantes de la playa. Y esta mañana de madrugada (hora local) salían en otro aerotaxi para Cabo San Lucas, a apurar los últimos días de sus cortas vacaciones tomando el sol y descansando un poquillo de tanto ajetreo. 



Saludos, hasta otra.


Estados Unidos- 2004

9/10/2004
Hola a todos. Una de las pocas críticas literarias que nos han dejado huella se centraba en la celebérrima obra de Shakespeare, Romeo y Julieta. Por lo general, la persona que redacta estas líneas no se encuentra particularmente impresionada por este tipo de análisis, ya que son realizados por académicos cuyo empeño excede sus capacidades intelectuales, y lo que es más determinante, su sensibilidad emocional; el estudioso de las obras de otros, mediocre por definición (pues si no se dedicaría a crear las suyas propias), está demasiado condicionado por las ideas del siglo, por su propia visión de pigmeo de seminario y, ante todo, por su vanidad, valor preponderante en todos aquellos que han tenido que luchar “duramente” por destacar, frente a la psicología confundida, agradecida y humilde del verdaderamente grande, que habiéndose encontrado fortuitamente con un “don” que le permite situarse sin esfuerzo por encima de sus contemporáneos y sacar sus propias conclusiones sobre el caótico y maravilloso Universo que nos rodea, es lo bastante agudo como para darse cuenta de que el “yo” no es más que una falacia y que igual que a él, podría haberle tocado a otro. 

Pero el mediocre, completamente condicionado por su vanidad como decimos, se preocupará siempre más del efecto que causa su trabajo en el mundillo al que pertenece que de aquello sobre lo que está teorizando, por lo que la forma encorsetará al fondo, y lo que es más importante, tratará de “encajar” las “ideas” que pretende ver en la obra en su propio sistema de valores, sus “ismos”, que habitualmente no serán sino plantilla papagayesca de lo “politicamente correcto” esa temporada, por lo que en tal o cual autor “descubrirà” mensajes en clave para revolucionarios, conservadores, homosexuales o “salvad las ballenas” (que conste que nos encantan las ballenas, y los demás), según sople la brisa, y reducirá la pasión original con la que dichas obras fueron escritas a un vacuo discurso intelectualoide, atribuyendo al autor intenciones filosóficas y didácticas que probablemente nunca tuvo, ya que a su idiosincrasia de fumador de pipa, pajarita y obtención de cátedra cum laude todos los móviles que impulsaron a esos autores, la visión de una guerra en primera línea, el miedo a una muerte anunciada, las lóbregas paredes de una prisión, la depresión profunda, la neurosis, la soledad, o la simple y pasmada incomprensión ante el ruido y la furia que nos rodean, le vienen demasiado grandes, de suerte que nunca se preguntará porque los personajes más inmortales de la literatura son siempre suicidas, asesinos, o locos que sólo recobran el buen juicio para morir. Estos estudiosos se obcecan en la idea de que los grandes pretendían explicarnos algo, cuando quizás en lo único en que pensaban era en transmitirnos de forma irrepetible su íntima convicción de que aquí no hay quien se aclare, porque sabían que una de las pocas certezas duraderas a la que uno puede agarrarse es la de que las teorías pasan, pero la belleza permanece...sin embargo, aquella crítica, desusadamente convincente (no recordamos el autor, pero nos suena que era un creador y no un crítico), exponía que, frente a los buenos deseos de algunos “romànticos”, Romeo y Julieta habían inevitablemente de perecer para convertirse en inmortales, porque su clase de amor era de la más fugaz, irracional y espontánea, sin ningún sustento más que la misma novedad de su sentimiento y si acaso, el instinto de selección genética en su estado más puro, en fin, quien más y quien menos sabrá de lo que hablo, y que con una atracción de esta clase la fogata está destinada a arder como el escambrón, más que como un tronco de rebollo, y se extinguirá pocos meses después de su llamarada inicial.



También se mencionaba, por supuesto, la oposición de las familias, algo que les unía frente al resto del mundo, tal y como a dos enamorados les gusta estar. Ahora bien, imaginaos que, aceptando el hecho consumado, los Capuleto y los Montesco hubieran acabado por tragar y, aunque nunca llegaran a quererse mucho, aceptaran una entente cordiale en plan parentela política para ir a los cumpleaños y reunirse por Navidad, etc, bueno, ¿vais viendo ya por donde vamos?, ¿en que hubiera quedado la cosa a los pocos meses?...exacto, el muchacho volviendo a sus rondallas de mandolina por Verona con sus amigotes, aburrido de su nuevo status de marido de horario fijo absorbido por el sistema, y la doncella mosqueada, buscando consuelo en otros brazos una vez superado el cabreo inicial; ya no les quedarían recónditos rincones en los que ocultarse de todo quisqui mientras el corazón martilleaba en sus pechos, despedidas tan tormentosamente dulces que robarse, “secretos” del cuerpo y el alma del otro por descubrir y alabar...y en fin, ya está todo dicho; Felipe también ha saboreado ese sentimiento de rebeldía y exhilarante afirmación del yo que le ofrecía este affaire contracorriente con Letizia, pero ahora que ya está todo atado y bien atado, es el hastío quien gana terreno a pasos agigantados. Y considerad que Shakespeare dibuja a sus personajes preadolescentes, prácticamente vírgenes, totalmente en el caso de Julieta y psicológicamente, al menos, en el de Romeo; pero estos dos no son precisamente vírgenes en ningún aspecto, por lo que la desilusión y el desinfle los sufrirán aún más en picado. De hecho, los están sufriendo ya, a tenor de los más inmediatos acontecimientos, que paso a relatar.

Este viaje a los USA ha sido un auténtico thriller, only in America, vamos, que las giras de los Stones y los Zeppelín en sus mejores tiempos parecerían a su lado ejercicios catecumenales de los Niños Cantores de Viena. Y lo más salvaje no han sido las noches, sino los días; más que sexo, drogas y rock’n roll, broncas, broncas y más broncas, all along the way, apoteósicas, retumbantes, lapidarias; Felipe está harto, más que harto, y la princesa no cede ni un ápice, así que allí por donde pasan no vuelve a crecer la hierba, o por lo menos, la credibilidad de nuestros más señoriales embajadores ante el mundo. 

Ya cuando iban para allá armaron una trifulca impresionante en el avión, porque Letizia, a quien el terrible esfuerzo que le supone renunciar a sus tranquilizantes y demás muletas le provoca un humor positivamente siniestro, quería, quería...bueno, la verdad es que no sabemos ni lo que quería, ir a ver no se qué o a no sabemos quien en California, algo para lo que no había especial material en la agenda, pero por lo visto por ahí saltó la primera chispa, sin embargo esta vez Felipe no cedió como de costumbre, sino que se mantuvo firme y recriminatorio, y la tangana se prolongó durante varias horas en forma de voces, duelos y quebrantos, cabezas gachas, sudores fríos y miradas al suelo por parte de los escoltas y los Maquiavelos de turno y conmoción y pavor por parte de los pilotos. Finalmente llegaron a Albuquerque, allá por donde Cristo dio las tres voces, una especie de Teruel existe de los yankees que a falta de toricos y torazos de fuego tiene crótalos, escorpiones y cactus mescaleros (ojo, que es broma, que nos encantan Alcañiz, Albarracín y los puertos de Beceite, que carámbanos, si hasta sus propios amantes inmortales tienen, y seguro que los desiertos de por allá lejos también son dignos de verse), pero como dicen, ¿a que rayos van estos dos allí?, ¿quería la princesa supervisar las obras de restauración de la cerca de OK Corral, conocer a los nietos del hombre que mató a Billy El Niño, acordarse de El Álamo (que cae “màs o menos” cerca?...más cerca tenemos el de Navalcarnero). 



Bueno, en teoría iban a potenciar las fronteras exteriores del Neo-Imperio Idiomático, pero entre nosotros, pretender que una visita institucional revitaliza el uso de una lengua es como creer que la presencia del Ministro (o Ministra) de Fomento en una playa influye en la deriva continental...en fin, sea como fuere, los Calamity Asturias cometieron dos errores en su let’s go west; el primero fue buscarse una excusa tan pobre para tratar de encubrir el verdadero móvil de su periplo, y el segundo, no estar siquiera a la altura de esa triste coartada, porque la siguiente ocasión en la que se enzarzaron la concurrencia, atónita, pudo deleitarse con frasecitas desgranadas a grito pelado al estilo de; “si crees que a lo único que aspiro en esta vida es ser tu máquina paritoria, estás muy pero que muy equivocado”, o, “me tienes hasta los cojo..., el día que me harte se va todo a tomar por (tilt)”, por cierto, ambas de la princesa, Felipe, aunque no vale su peso en alfalfa, ha heredado de su madre cierto sentido del ridículo institucional y supo mantenerse quedo hasta llegar a la suite, donde estalló...a todo esto, los espectadores, incluidos angloparlantes, patidifusos, los escoltas usando sus espaldotas para tapar la escenita y los Maquiavelos abriendo trocha en plan retirada estratégica, después les tocaría sonrojarse a las paredes insonorizadas, levantando acta de una barbaridad tras otra...durante la cena, caretos de poema, y a la mañana siguiente, más jarana, es cierto que a partir del miércoles todas las peloteras fueron en privado, pero que no decaiga, cada noche estuvo abierto hasta el amanecer, ay, Borges de nuestras entretelas, te quejabas de no haber sido feliz, pues anda, que si llegas a vivir para ver esto, el jardín de los senderos que se bifurcan lo hubieras tenido que vender para que edificaran un Mc Donalds, porque registro de “bifurcaciones” como estas no se encuentran ni el en archivo de tu Biblioteca.

Y llegamos a la parte de las nueces, Washinton D.C. Por supuesto, viaje ultrasecreto a Fairfax, si bien por el momento no tenemos ninguna información al respecto, estamos haciendo lo imposible por conseguirla. Podría ser, y podría no ser, pues el humor de la princesa no cambió, no cambió, así que, quien sabe, quizás esté así por H...o por B, o por Z, que aquí cada minuto que pasa aprende una razones nuevas para ejercer los privilegios del mal café. Lo cierto es que el abombamiento del talle de Letizia no obedece por ahora a otras causas que a las leyes universales de la entropía estética, que acaban afectando a mayor o menor plazo a todos los cuerpos sintientes, por lo visto los Hados operan también a nivel desoxirribonucleico y, en algún secreto Libro del Porvenir, estaba escrito que a partir de la treintena la curva del pompis de la princesa habría de crecer de acuerdo con el gradiente que heredó de su señora madre, pese al evidente descalabro que algo así pueda significar en su escala de valores. Volviendo a lo esencial, nos consta que en esta historia del embarazo quirúrgico se enfrentan desde hace meses el proverbial objeto inamovible, (la oposición de cualquier ginecólogo medianamente cuerdo a inseminar a una persona en su estado), con la habitual fuerza irresistible, (Zarzuela, con todos sus ases legales e ilegales en la bocamanga). ¿Quién se llevará finalmente el gato al agua?. Veremos. Por supuesto, ración mediática intensiva de fotos e imágenes en otros lugares para que nadie sospeche su verdadero destino; primero les toco escuchar la exposición “histórica” de nuestro ex presidente, y ahora conocer en persona a nuestros Príncipes...¿qué idea se habrán hecho de España los alumnos de aquella prestigiosa Universidad?

Y por último, New York, New York is a wonderful town, con sus sempiternos high heels vagabond shoes nuestra inefable princesa aprovechó un ratito libre para visitar legendarias landmarks de la cultura global, tales como Bulgari, Cartier y Vuitton. Después dio una de violetera en ese inmenso cementerio de flores que es la Big Apple (bueno, no tanto, que con Giuliani la gran urbe se oxigenó, pero es que me ha quedado tan trágicamente Lorquiana la frasecita, que la dejo), y acudió a la cena con mantón de Manila y vestido chiné, (que conste que ese repujado en tonos morados no nos ha parecido feo). Y finalmente de vuelta al “trabajo”; nuestras últimas noticias desde el aeropuerto es que el vuelo de regreso promete, veremos. 

Un saludo a todos, bye bye